Ir al contenido principal

Tradiciones que no se pierden

Ya llegó la Chilindrina, a pedir su mandarina,
Ya llegó el Chavo del Ocho, a pedir su bizcocho,
Ya llegó Pancho Pantera, a pedir ¡su calavera!.

---

En mi casa siempre hay dulces. Normalmente son bombones, gomitas y algún otro chocolate, y además para esta temporada yo compré calaveritas de chocolate para mi casa y para repartir calaverita entre mis amigos.


Afortunadamente, eso nos salvó el miércoles primero, Día de los Muertos Chiquitos, día en que los chiquitos salen disfrazados a las calles a pedir su calaverita, o su triqui-triqui, como sé que le dicen en el norte.


Entre los tres preparamos, además de una ofrenda preciosa para mi mamá y algunos de nuestros difuntitos, un adorno grande de Día de Muertos (una Catrina de un metro de altura), y muchas bolsitas para repartir ese día en mi casa al sur del D.F. donde, afortunadamente desde que tengo uso de razón se ha conservado la tradición.

Las bolsitas contenían lo siguiente: Una bolsita de los multiafamados Totis (unos aritos con sabor a sal y limon), dos Seltz Soda y un fantasmita (una paleta de caramelo forradas de papel crepé blanco, y con las caritas pintadas por mi). En años pasados casi siempre habíamos dado bolsas con palomitas y con frituras, pero este año quien sabe que nos dió por hacer algo distinto. En fin...

...los niños este año hacían fila para recibir su bolsita correspondiente (y eso que vivimos en cuarto piso), mientras otro grupo de chavitos rondaba las calles de mi manzana. Había de todo: momias, brujas, vampiros, Freddies Krueger, calacas, Catrinas, Lloronas y hasta una calabazota de 3 años acompañada de sus papás.

Fue padrísimo saber que después de dos años donde los niños casi no salieron, este año se dejó venir la chaviza pidiendo calaverita. Pero ahora fueron demasiados y las bolsitas se acabaron rapidísimo. Después de dos horas de recibir chamacos, ya no había bolsitas (se hicieron cien) y mi papá y Arturo se estaban organizando con montoncitos de monedas, paletas, chocolates, las mencionadas gomitas y todo lo que sobrara para repartir a los niños que seguían rondando Villa Coapa.

Llegué de la oficina y ayudé en lo que pude. Saqué las calaveritas de chocolate y los bombones y me salí con ellos a dar calaverita en el zaguán de mi edificio, donde se nos acabó todo. Todo menos unas dos o tres paletas.

Ya eran casi las 10 de la noche y la calle se iba vaciando de niños. Iba regresando muy contento a mi casa mientras me papá se quedaba a dar las paletas que quedaban, y oí como una chica muy linda agradeció la paleta y al final, antes de correr a otra casa, le dijo a mi papá "Felíz Día de Muertos, señor".

Yo no supe qué cara puso mi papá, pero yo puse una gran sonrisa y me dije a mí mismo que la friega de hacer regalitos y tantos años de conservar tradiciones tan bonitas como ésta, valen la pena con sólo una respuesta sincera y risueña como la de la chica.

Ojalá ustedes (y sus difuntos) hayan pasado un felíz Día de Muertos también.

Oyendo: Trío Tlayoltiyane - La Petenera

Comentarios

Anónimo dijo…
"As the moon kindles the night
As the wind kindles the fire
As the rain fills every ocean
And the sun, the earth
With your heart, kindle my heart

Take my heart
Take my heart
Kindle it with your heart
And my heart
Cannot be
Kindled without you
With your heart
Kindle my heart"

Es una respuesta hecha muy a mi persona, lo siento. Amo esta canción. Es el tema de A Little Princess, la versión de Cuarón, con Liesel Matthews. Me hace llorar, como tu post. Llorar bonito.
Vivir sí es bello, después de todo.

"Con tu corazón, enciende mi corazón"

Entradas más populares de este blog

Un beso y una cachetada

El sábado pasado festejamos el cumpleaños de la hermana de Jacobo, uno de mis amigos más queridos. fue en un bar de Insurgentes y entre los invitados Jacobo llevó a un amigo del trabajo, que a su vez llevó a un amigo suyo. Este amigo del amigo de mi amigo (parece de comercial) me gustó un poco, pero al mismo tiempo (cosa rara) me parecía familiar, pero no sabía por qué. Ojos café claro profundo y penetrantes pero melancólicos, actitud misteriosa y muy reservada, nariz grande y boca de pato (de las que me gustan), manos grandes y protectoras...era, era... ...era muy parecido a Hugo, mi primer ex. Hugo, ése que hizo mutis por la izquierda de una forma rarísima y cruel para alguien que decía estar enamorado de mi. El cómo, cuando y dónde ya lo discutí en otra ocasión (creo) en Oishiisama y no vale la pena volverlo a hacer. Lo que sí es que en el bar, con éste chico al lado, después de una semana pesadita, una pelea con Carlos (si... otra ), "Te quedó grande la yegua", "An

Aja

No es bueno creer que ya te entendieron cuando te dicen "ajá". Ya me pasó dos veces. Una amiga se casa el 19 de este mes (próximo viernes). Cuando me lo dijo (hace como un mes), yo me la quise alburear y le dije " yo soy padrino de cojín, ¿sale? " (si no le entendieron, sigan leyendo). Ella, muy mona, sólo me dijo " ajá ", y yo creí que sólo me había dado el avión al comentario. Hace dos semanas, me habla ella y me dice: Amiga: Oye, ¿todavía estás en lo dicho de la fiesta? Yo: Claro, ya te dije que sí iba. Amiga: ¿Y de los cojines? Yo: ...? Amiga: Síii, me dijiste que querías ser padrino de cojines, ¿no? Yo (muerto de risa): Noooo, te dije que quería ser padrino de COJÍn. Amiga (histérica): ¡¡Eres un NACOOOOO!! Yo (todavía con risa): Pero no hay problema, ¿que tengo que comprar? Yo no sabía que tal cosa podía apadrinarse. Vaya, ni siquiera que existiera. Resulta que los dichosos "cojines" son las almohaditas que usan los novios en la cere

30 días, 30 juegos: Nivel 1 (Mi primer videojuego)

Buenas muchachos. Respondiendo al llamado de un amigo, este mes estaré publicando un post diario enlistando mis juegos. La mecánica es simple: Por cada categoría solo habrá un juego y no se vale repetir títulos. Simple pero no sencillo; escoger solo un título por categoría cuando un mismo juego cabe en dos (o tres o diez) tuvo su grado de complejidad, pero salimos bien librados. Si se quieren unir, el link a las bases y categorías es este . Empezamos.  --- No me pregunten como se compró o cuando, yo solo se que la primer memoria que tengo jugando algo en la tele es con un control remoto unido por un cable de teléfono a una caja café que hacía unos sonidos espantosos, extrañísimos, casi para dar terror, pero que se resolvían con bajarle el volumen a la tele. Sí amiguitos: Mi primer consola fue un Intellivision . Y de esa consola de última generación (a mitades de los 80) lo que me divertía enormemente era jugar con mi mamá. ¿Jugar con mi mamá a los 4-5 año