Ir al contenido principal

Nostalgia del escenario

Toda la semana pasada varios amigos me dijeron que me notaban muy apagado, o muy serio. Alguien me preguntó incluso que si estaba triste, pero yo contesté que no, que me sentía bien.

Sin embargo, hoy en la mañana mientras me enjabonaba el puerquecito, como sucede con todas las iluminaciones, me llegó de repente la razón, motivo o circunstancia de mi aparente "seriedad". Lo chistoso es que ya me había pasado antes y me seguirá pasando en el futuro visible.

No es tristeza ni depresión. Es una sabrosa nostalgia que me cae después de tener una función. Nostalgia de que de verdad me gusta andar planchando vestuario a la 1 a.m., cargando sombreros, corriendo para cambiarse de vestuario y subir cierres, poner paliacates, botas o amarrar faldas, y salir al escenario a deshacerse las rodillas y la garganta. Acaba uno molido al día siguiente, pero las ganas de volverlo a hacer le permiten a uno agarrar fuerzas que no creería tener guardadas.

Creo que solo la gente que tiene que ver con las artes escénicas sabe que la escena sadomasoquista que acabo de describir tiene un encanto particular, un saborcito al que cuando a uno se lo cuentan no lo cree, la primera vez que lo prueba le sabe raro, y las que sigue se hace adicto.

Y cuando la función acaba, una sensación de "¿y ahora qué?" flota en el ambiente. Como si tuviera Duracell y pudiera seguir y seguir zapateando hasta que de verdad me salgan ampollas, pero eso no sucederá hasta la próxima vez que me descubro nervioso por salir a tiempo al escenario a hacer lo que más me gusta. Por eso me cae la nostalgia: Por que es algo que quisiera hacer sin parar y que extraño cuando no lo estoy haciendo, como cuando se extraña a la pareja o a la ciudad natal en un viaje de negocios: sabes que regresarás a el, pero no tenerlo cerca en ese momento te hace extrañarlo.

Yo se que pasará pronto, pero después de la función que tenemos programada para el domingo seguramente el ciclo se va a repetir. Y no quiero ni pensar qué va a suceder después de las dos semanas de funciones en septiembre. Les encargo que si me pongo muy hostil me den unas cachetadas, por favor.

¿A ustedes les da por ponerse chípiles por algo parecido? ¿O sólo soy yo que soy de edición limitada?

---
Oyendo: Siddhartha - Extraños (Vía Grooveshark)

Comentarios

Anónimo dijo…
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo…
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Jacobo. dijo…
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo…
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

Entradas más populares de este blog

Un beso y una cachetada

El sábado pasado festejamos el cumpleaños de la hermana de Jacobo, uno de mis amigos más queridos. fue en un bar de Insurgentes y entre los invitados Jacobo llevó a un amigo del trabajo, que a su vez llevó a un amigo suyo. Este amigo del amigo de mi amigo (parece de comercial) me gustó un poco, pero al mismo tiempo (cosa rara) me parecía familiar, pero no sabía por qué. Ojos café claro profundo y penetrantes pero melancólicos, actitud misteriosa y muy reservada, nariz grande y boca de pato (de las que me gustan), manos grandes y protectoras...era, era... ...era muy parecido a Hugo, mi primer ex. Hugo, ése que hizo mutis por la izquierda de una forma rarísima y cruel para alguien que decía estar enamorado de mi. El cómo, cuando y dónde ya lo discutí en otra ocasión (creo) en Oishiisama y no vale la pena volverlo a hacer. Lo que sí es que en el bar, con éste chico al lado, después de una semana pesadita, una pelea con Carlos (si... otra ), "Te quedó grande la yegua", "An

Aja

No es bueno creer que ya te entendieron cuando te dicen "ajá". Ya me pasó dos veces. Una amiga se casa el 19 de este mes (próximo viernes). Cuando me lo dijo (hace como un mes), yo me la quise alburear y le dije " yo soy padrino de cojín, ¿sale? " (si no le entendieron, sigan leyendo). Ella, muy mona, sólo me dijo " ajá ", y yo creí que sólo me había dado el avión al comentario. Hace dos semanas, me habla ella y me dice: Amiga: Oye, ¿todavía estás en lo dicho de la fiesta? Yo: Claro, ya te dije que sí iba. Amiga: ¿Y de los cojines? Yo: ...? Amiga: Síii, me dijiste que querías ser padrino de cojines, ¿no? Yo (muerto de risa): Noooo, te dije que quería ser padrino de COJÍn. Amiga (histérica): ¡¡Eres un NACOOOOO!! Yo (todavía con risa): Pero no hay problema, ¿que tengo que comprar? Yo no sabía que tal cosa podía apadrinarse. Vaya, ni siquiera que existiera. Resulta que los dichosos "cojines" son las almohaditas que usan los novios en la cere

30 días, 30 juegos: Nivel 1 (Mi primer videojuego)

Buenas muchachos. Respondiendo al llamado de un amigo, este mes estaré publicando un post diario enlistando mis juegos. La mecánica es simple: Por cada categoría solo habrá un juego y no se vale repetir títulos. Simple pero no sencillo; escoger solo un título por categoría cuando un mismo juego cabe en dos (o tres o diez) tuvo su grado de complejidad, pero salimos bien librados. Si se quieren unir, el link a las bases y categorías es este . Empezamos.  --- No me pregunten como se compró o cuando, yo solo se que la primer memoria que tengo jugando algo en la tele es con un control remoto unido por un cable de teléfono a una caja café que hacía unos sonidos espantosos, extrañísimos, casi para dar terror, pero que se resolvían con bajarle el volumen a la tele. Sí amiguitos: Mi primer consola fue un Intellivision . Y de esa consola de última generación (a mitades de los 80) lo que me divertía enormemente era jugar con mi mamá. ¿Jugar con mi mamá a los 4-5 año