A M.C. Escher, muchachos y muchachas, lo conocemos todos. Quizá no por nombre, pero sí por alguna de sus obras.
Bien. Ya que lo vimos y lo recordamos, ahora visualicen ese concepto en un juego. ¿Ya? Bueno, ahora háganlo blanco y negro, muy minimalista. ¿Correcto? Por último, pónganle de fondo música de violín. ¿Listo? Bueno: Existe. Se llama Echochrome, para Playstation 3 y PSP.
El juego, como pueden ver, es complicado al principio ya que tanta no-linealidad lo apabulla a uno. Pero una vez que le hallas la lógica, es terriblemente divertido y muy adictivo... aunque el soundtrack con violín (muy bueno, nadie lo niega) a veces choca con lo que estás viendo en la pantalla. Por eso se gana, creo que por mucho, el título del juego más raro que he jugado.
Si tienen chance de conseguirlo, háganlo; vale la pena poner a correr a la ardilla un rato.
Siguiente nivel: Juego que me recuerda un momento especial
Comentarios