Para efectos prácticos, digamos que nunca lo pude jugar.
Pero la verdad es que lo jugué. Una vez.
Lo renté y recuerdo que mis primeras cuatro batallas fueron contra monnos que parecían ser jefes finales, así grandotes y super ojeis. Y luego, la historia dentro del juego me dijo que sí, eran los jefes finales... si el juego hubiera ocurrido cien años antes.
El juego me enganchó pero tuve que regresarlo. Cuando pude volver a convencer a mi mamá de llevarme a rentar el juego... ya no estaba.
Y así, perdido, ha estado los últimos 15 años. Lo he tratado de localizar en Pericoapa, en Blockbusters, con amigos, en internet... y parece que la única copia en México de Lufia & the fortress of Doom, para Super Nintendo, me tocó de chiripa. Y mientras no lo encuentre (o no hagan un port para DS) no se me va a quitar la espinita de jugarlo de nuevo. Mientras tanto, seguirá estancado como un juego que nunca pude jugar.
¡Bueno, mejor le hicieron un remake a Lufia II para DS! Ahí si lo ven avísenme, ¿no? Mi SNES todavía funciona.
Siguiente nivel: Juego que conozco de memoria
Comentarios