Ir al contenido principal

Tres de un jalón

Llovía a cántaros. No hacía un especial aire frío, pero la noche era fresca.
Finalmente, se paró un taxi. "No debería estar a estas horas en la calle por aquí, amigo. La zona es peligrosa." "Lo se -dijo el señor- pero tengo a mi hijo internado aquí enfrente. Así que ni modo.
"

-"¡Qué mala suerte caballero! ¿Está muy mal su muchacho?"
-"No saben aún, le siguen haciendo pruebas"
-"Pero va a ver cómo va a salir rápido, señor. Usted mantenga su fe. Ya llegamos."
-"Muchas gracias joven. -se bajó del coche- ¿Cuanto le de...?"

Pero el taxi había desaparecido en medio de la lluvia.

Desde lo alto, en un tercer piso, el hijo esperaba a su papá y, claro, le sorprendió verlo aparecer de la nada en la lluvia.

"¿Qué haces ahí empapado? Métete acá y regrésate a la casa, te va a hacer daño."

Lugares extraños en la ciudad, parece ser.

---

-"Señor, que milagro volverlo a ver. ¿Vive por aquí?" El señor reconoció la voz. La mañana era agradable sin ser calurosa, verano fresco.
-"¡Milagro es cierto! ¿Cómo desapareció ese día y no me dejó pagarle? Aquí le dejo..."
-Nombre, cortesía de la casa. ¿Cómo sigue su hijo?"
-"Mucho mejor, ya dando lata por todos lados. En una de estas coincidencias capaz que se le hace conocerlo."
-"Si tiene la mitad de espíritu que usted, me encantaría. ¿Entonces vive por aquí cerca?" Es una zona bonita.
-"Bueno, se hace lo que se puede. Aquí llegué con mi esposa hace 35 años y nos gustó."
-"¿Y a quien no? Muchos árboles y pocos coches. Fantástico para tener una familia. Y por cierto..."
-"Dígame."

Le estrechó la mano.

-"Lamento mucho el fallecimiento de sí esposa. Eran verdaderamente una gran pareja."

Se oyeron palomas al vuelo, el senor alzó los ojos y para variar... el joven desapareció.

Este muchacho ya se había desaparecido mucho, pero le faltaba una más.

---

No se recordaba un otoño tan ventoso hacía tiempo. Y aún así, no era un mal clima, sólo despeinaba a los desprevenidos. 

De hecho de eso se estaban cuidando el señor y su hijo cuando cierto joven sacó su paraguas y los cubrió. La sorpresa de los dos no fue menor, aunque uno lo tomó con más naturalidad que el otro. 

-"Hey, ¿hace cuanto que no te veo?"
-"Mmm, no se, dos años o más quizá. Así que este es tu papá."
-"Ah sí, te lo presento. ¿Para dónde vas?"
-"Para mi casa. ¿Necesitan aventón?"
-"¡Momento! -dijo el señor-. ¿Cómo se conocen ustedes dos?"
-"¿Y ustedes?" Dijo el hijo con cara de extrañeza. 
-"Calma -dijo el joven-. Esta ciudad es grande pero no tanto. Tu papa tomó el taxi un día que estabas enfermo. 
-"¿Ah si? Casualidades del destino."
-Acuérdate que no hay casualidades, sólo lo escrito a suceder. Como nosotros ahora. Y antes de irme..."

-"Si"
-"Si"

"Este mismo año los vi muy malitos de su fe. A los dos. Nunca dejen de creer que las cosas saldrán bien, porque no tienen por qué salir de otra mane...¡oh!"

Salió volando el paraguas y los dos se quedaron despeinados. Los dos, digo, porque el joven ya había desaparecido para variar. 
Ellos, acostumbrados, corrieron a su coche para regresar a casa. 

---
Oyendo: The postal service - Clark Gable 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Un beso y una cachetada

El sábado pasado festejamos el cumpleaños de la hermana de Jacobo, uno de mis amigos más queridos. fue en un bar de Insurgentes y entre los invitados Jacobo llevó a un amigo del trabajo, que a su vez llevó a un amigo suyo. Este amigo del amigo de mi amigo (parece de comercial) me gustó un poco, pero al mismo tiempo (cosa rara) me parecía familiar, pero no sabía por qué. Ojos café claro profundo y penetrantes pero melancólicos, actitud misteriosa y muy reservada, nariz grande y boca de pato (de las que me gustan), manos grandes y protectoras...era, era... ...era muy parecido a Hugo, mi primer ex. Hugo, ése que hizo mutis por la izquierda de una forma rarísima y cruel para alguien que decía estar enamorado de mi. El cómo, cuando y dónde ya lo discutí en otra ocasión (creo) en Oishiisama y no vale la pena volverlo a hacer. Lo que sí es que en el bar, con éste chico al lado, después de una semana pesadita, una pelea con Carlos (si... otra ), "Te quedó grande la yegua", "An

Aja

No es bueno creer que ya te entendieron cuando te dicen "ajá". Ya me pasó dos veces. Una amiga se casa el 19 de este mes (próximo viernes). Cuando me lo dijo (hace como un mes), yo me la quise alburear y le dije " yo soy padrino de cojín, ¿sale? " (si no le entendieron, sigan leyendo). Ella, muy mona, sólo me dijo " ajá ", y yo creí que sólo me había dado el avión al comentario. Hace dos semanas, me habla ella y me dice: Amiga: Oye, ¿todavía estás en lo dicho de la fiesta? Yo: Claro, ya te dije que sí iba. Amiga: ¿Y de los cojines? Yo: ...? Amiga: Síii, me dijiste que querías ser padrino de cojines, ¿no? Yo (muerto de risa): Noooo, te dije que quería ser padrino de COJÍn. Amiga (histérica): ¡¡Eres un NACOOOOO!! Yo (todavía con risa): Pero no hay problema, ¿que tengo que comprar? Yo no sabía que tal cosa podía apadrinarse. Vaya, ni siquiera que existiera. Resulta que los dichosos "cojines" son las almohaditas que usan los novios en la cere

30 días, 30 juegos: Nivel 1 (Mi primer videojuego)

Buenas muchachos. Respondiendo al llamado de un amigo, este mes estaré publicando un post diario enlistando mis juegos. La mecánica es simple: Por cada categoría solo habrá un juego y no se vale repetir títulos. Simple pero no sencillo; escoger solo un título por categoría cuando un mismo juego cabe en dos (o tres o diez) tuvo su grado de complejidad, pero salimos bien librados. Si se quieren unir, el link a las bases y categorías es este . Empezamos.  --- No me pregunten como se compró o cuando, yo solo se que la primer memoria que tengo jugando algo en la tele es con un control remoto unido por un cable de teléfono a una caja café que hacía unos sonidos espantosos, extrañísimos, casi para dar terror, pero que se resolvían con bajarle el volumen a la tele. Sí amiguitos: Mi primer consola fue un Intellivision . Y de esa consola de última generación (a mitades de los 80) lo que me divertía enormemente era jugar con mi mamá. ¿Jugar con mi mamá a los 4-5 año