Cierto sábado se me hizo tarde para el ensayo. Muy tarde. Tan tarde, que tomé el coche que no circulaba ese sábado en especial y ni me acordé... hasta que me paró un oficial, DOS semáforos antes de llegar. El poli, que ahora por disposición oficial (y por miedo, según yo) tiene que ser muy correcto, sólo me dijo que ese día el coche no circulaba y me dijo que me diera la vuelta en U para la infracción, pero antes me pidió la tarjeta de circulación, para evitar que me le fuera a pelar. Se la di, me di la vuelta en U y me orillé (a mi orilla y frente a un coche verde que, supongo, tampoco debía circular) para esperar las disposiciones del poli. Lo de costumbre: Enséñeme su licencia, le muestro el reglamento, ¿Está usted de acuerdo? Bien, ahora esperamos a la grúa para que se lo lleve al corralón y usted tenga que ir el lunes a pagar la infracción, el derecho de arrastre y el derecho de piso del corralón. " Ya qué ", pensé. No soy del tipo que dé mordidas (bueno... si , pero n...
Vida, obra y milagros del hijo pródigo de Coapa.