La última fiesta de cumpleaños que tuve fue a los 12 años . Después de eso, por una o por otra, ya no pudo haber festejos. Algunas veces por falta de tiempo, otras por dinero ( una ocasión tuve, literal, un Gansito con una vela ), y ya mas pa'cá, tenía exámenes o funciones o trabajo (alguna vez salí a las 12 de la noche). Seguramente el primer año o dos hice berrinche, pero después me fui acostumbrando y ahora, por increíble que parezca, no me gusta festejar mi cumple . Quizá sea la única persona del lado conocido del Universo a la que no le gusta, pero estoy acostumbrado a recibir miradas entre compasivas y nerviosas cada vez que digo esto en público. Hay gente que se deprime porque no lo felicitan todos sus amigos. A mí me friquea que se acuerden más de dos que cumplo años... qué les puedo decir. Y si eso pasa con las fiestas, no les cuento con los regalos. Y no nomás de cumpleaños, sino en general; recibir cualquier clase de regalo (hasta un chocolate) me conflictúa terribleme
Vida, obra y milagros del hijo pródigo de Coapa.