Hubo una vez una consola que arrasó con su generación. Y cuando alguien descubrió cómo ponerle chip para jugar juegos sin publicación oficial en América, básicamente cualquier casa gamer que visitaras tenía uno.
Juegos jueguísimos se podían disfrutar en el Playstation 2: Los primeros Saint Seiya, reediciones de Megaman, .hack//G.U., varias reediciones y dream matches de KOF, Final fantasy XII, Need for speed, los Kingdom Hearts, Soul calibur 3, Okami, y además tenía retrocompatibilidad con los juegos del PSX. Mi consola me aguantó noches gamer de amigos, de pareja y de hermanos y claro, berrinches de perdedor y burlas de ganador.
La consola sigue en la casa, funcionando como debe de ser. De repente la saco para jugar algo viejito y me da ternura que los controles, aún cuando ya se les salen los cables de la protección de plástico, siguen respondiendo igual que el primer día.
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