Hoy no fue mi día. Entre muchas cosas (tengo una gripa espantosa, a mi hermano lo hospitalizaron, a una amiga la asaltaron, mi ex me mandó mensajes del celular de su novio para hacerme saber que *los dos* están conmigo), pasó lo siguiente:
Aún con la gripa que me cargo, me desperté 5:45 de la mañana a meterme a bañar por que me inscribí en un curso que empezaba a las 8.45 de la mañana en las oficinas de Palmas (al norte de la Ciudad de México). Me metí a bañar, me tomé un té y una pastilla y salí de mi casa, con el frío de la vida, a las 7.
Cuando tengo que ir hasta allá no llevo coche por la sencilla razón de que no hay lugar de estacionamiento. Mejor dicho, sí lo hay, pero cobran 18 pesos la hora. La cosa es que no llevé coche y me subí al pesero, donde del frío que hacía pasé al calorón terrible que me iba dando en la espalda a medida que el día clareaba. Por supuesto, me estaba haciendo estragos la garganta, pero lo mejor es que el tráfico estaba PARADO. Un trayecto de 17 kilómetros me costó 1:45 hrs. Desde luego, ya iba yo con dolor de cabeza, retrasado y todavía me faltaba tomar el metro y otro pesero.
Para no hacerles el cuento muy largo, el metro se detuvo en dos estaciones, y en lugar de pesero tuve que tomar un taxi para poder llegar por que el tráfico también estaba detenido por allá.
Llegué media hora tarde, mareado, con dolor de cabeza y garganta. Llego al salón donde se iba a impartir el curso y... cerrado. Con llave.
Busco otras alternativas (otros salones donde puedan estar, gente que los haya visto pasar, etc.) y nada. Finalmente hablo con la encargada de Recursos Humanos para saber si hubo algún contratiempo y me sale con la maravilla de respuesta siguiente:
Sentí cómo me subía la temperatura (y se me revolvía el estómago) mientras ella me leía el memo del curso, la hora y el lugar. Resulta que yo había visto mal la fecha y claro, hice dos horas y cuarto de viaje con una gripa terrible en balde. De menos me dejaron faltar hoy, por que de hecho tenía que haberme ido a mi oficina, pero en vez de eso fui a ver a Arturo, que está, aún a esta hora, internado en el hospital.
Desde luego, el trayecto de regreso no fue mejor. Hice dos horas de tráfico a vuelta de rueda.
Sólo falta que mañana llegue 20 minutos antes de la hora. Pa' como voy, igual y se cancela el curso.
Maldita gripa.
(Ustedes disculpen la poca coherencia y ritmo del texto, pero todavía me duele la cabeza)
--
Oyendo: Utada - Easy Breezy
Aún con la gripa que me cargo, me desperté 5:45 de la mañana a meterme a bañar por que me inscribí en un curso que empezaba a las 8.45 de la mañana en las oficinas de Palmas (al norte de la Ciudad de México). Me metí a bañar, me tomé un té y una pastilla y salí de mi casa, con el frío de la vida, a las 7.
Cuando tengo que ir hasta allá no llevo coche por la sencilla razón de que no hay lugar de estacionamiento. Mejor dicho, sí lo hay, pero cobran 18 pesos la hora. La cosa es que no llevé coche y me subí al pesero, donde del frío que hacía pasé al calorón terrible que me iba dando en la espalda a medida que el día clareaba. Por supuesto, me estaba haciendo estragos la garganta, pero lo mejor es que el tráfico estaba PARADO. Un trayecto de 17 kilómetros me costó 1:45 hrs. Desde luego, ya iba yo con dolor de cabeza, retrasado y todavía me faltaba tomar el metro y otro pesero.
Para no hacerles el cuento muy largo, el metro se detuvo en dos estaciones, y en lugar de pesero tuve que tomar un taxi para poder llegar por que el tráfico también estaba detenido por allá.
Llegué media hora tarde, mareado, con dolor de cabeza y garganta. Llego al salón donde se iba a impartir el curso y... cerrado. Con llave.
Busco otras alternativas (otros salones donde puedan estar, gente que los haya visto pasar, etc.) y nada. Finalmente hablo con la encargada de Recursos Humanos para saber si hubo algún contratiempo y me sale con la maravilla de respuesta siguiente:
"¿...pero que el curso no era mañana y pasado?"
Sentí cómo me subía la temperatura (y se me revolvía el estómago) mientras ella me leía el memo del curso, la hora y el lugar. Resulta que yo había visto mal la fecha y claro, hice dos horas y cuarto de viaje con una gripa terrible en balde. De menos me dejaron faltar hoy, por que de hecho tenía que haberme ido a mi oficina, pero en vez de eso fui a ver a Arturo, que está, aún a esta hora, internado en el hospital.
Desde luego, el trayecto de regreso no fue mejor. Hice dos horas de tráfico a vuelta de rueda.
Sólo falta que mañana llegue 20 minutos antes de la hora. Pa' como voy, igual y se cancela el curso.
Maldita gripa.
(Ustedes disculpen la poca coherencia y ritmo del texto, pero todavía me duele la cabeza)
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Oyendo: Utada - Easy Breezy
Comentarios
Pues ando por aquí paseandome por tu espacio, jeje... que mal eso de que te equivocaras de día para el curso, pero lo bueno es que te tomaste el día.
Que te mejores, nos estamos viendo o leyendo. (David)