Hay un proyecto maldito acá en la empresa. Todo mundo le huye pues es como el pozo de El Aro: El que cae a la oscuridad inmensa de su fondo, no puede salir de allí a menos que alguien ocupe su lugar.
El Proyecto Ringu (llamémosle así) consta de dos cosas diferentes: Desarrollo y pruebas. ¿Quieren una descripción simple? Perfecto: Nada sirve.
Nada nada. La gente de Pruebas encuentra un script correcto por cada 4 o 5 errores que cada quien reporta DIARIO, y cuando los de Desarrollo los arreglan, provocan otros dos. Llevan así cerca de tres años y lo mejor, cada vez que alguien cae le repiten que "es temporal" y que el proyecto "está por terminar en unos dos meses".
Así me atraparon a mí. Yo no se por qué, a la gente de ese proyecto le urge personal para hacer pruebas a algo que no funciona, y a todos los que estábamos liberados de otros proyectos nos metieron ahí con la muy poca decencia de una simple llamada que decía "Desde ahorita estás asignado".
Claro, cuando me dijeron que me tendría que soplar un proyecto simple, que no me gusta y del que no teía buenas referencias, sin aprendizaje real, de 9 a 8 diario y guardias un sábado de cada mes, casi lloro... bueno, si lloré un poquito pero nadie me vio.
Estaba yo a la mitad de mi berrinche cuando un buen amigo me dijo "Pues tómale el gusto", y decidí que tenía razón, pues si de por sí el proyecto es pesado, poniéndome reacio me iba a desgastar el hígado en poquito tiempo. De este modo, al día siguiente no llegué sonriendo pero si más tranquilo.
Con la cabeza más fría, le vi cosas buenas al Proyecto Ringu: Me queda a una hora (y con menos tráfico que ir hasta Palmas), salgo a las 8 máximo, mis ex-jefes conocen a la líder del proyecto (esto me ayuda a hacerme de referencias y conocidos en la empresa), y además con el debido permiso, puedo salirme temprano para AHORA SÍ llegar a las clases de danza. Como quiera, aprendería algo, mi trabajo resaltaría a la vista de más personas y el aliciente de que algunos de mis conocidos estuvieron ahí y vivieron para contarlo, me hacía ver la luz al final del túnel.
No pintaba tan mal, al final del día.
Y entonces... decidí dar mi máximo.
Una maniobra macabra del destino hizo que en ese momento, mientras me esforzaba y le veía el lado bueno, me hablaran para un proyecto hasta Santa Fe (a dos horas y media), pero de mi área y de lo que me gusta hacer, pidiendo específicamente por mí con mi currículum en la mano del líder de ese proyecto, prometiendo llamar pues mi perfil era lo que buscaban y les gustó. Llamarían a la líder del proyecto Ringu para avisar que mandarían a alguien en mi lugar y yo el siguiente lunes me presentaba allá.
Mi oportunidad de salir. Y de salir con estilo a mi mero mole, programar.
¿Si? Pues no.
Por aprender rápido y ser dedicado, POR EFICIENTE Y BUEN ELEMENTO, la líder del proyecto Ringu no me dejó irme. No me liberó porque mi trabajo le convenció lo suficiente como para tenerme ahí... Dios sabe cuánto tiempo más.
Todavía no lo creo. Trabajar eficientemente y no ser un mal elemento me tiene atado a un proyecto que es el equivalente al Coco con el que espantan a los niños que no se portan bien.
¿Quien dijo que trabajar con ganas tiene sus recompensas?
Bueno... todavía tengo el consuelo de que Danza me queda a 15 minutos.
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Oyendo: Thalía - Piel morena
Comentarios
Además, osea, a mí que vivo más al poniente se me hace lejos Santa Fe, no se como no das brincos que no tuviste que ir alla.
En esta vida, ustedes los de sistemas lo que más tienen, son oportunidades para programar. Así que apegate a elección original. AGARRALE EL GUSTO.
Es bueno!!! Y es genial!! Sólo que no te has dado cuenta.
Piensa esto: Si alguien logra dominar el proyecto y hacer aportaciones que lo lleven a su fin, será como el David que venció a Goliat!! El heroe de todos los tiempos!!!
Salve Toño Mizuno!!!
Y que rolononón estabas oyendo! -Voy perdiendome en tu hoguera, lentamente- I love it!! I love it!!!!
bueno solo me queda decir has leido el libro de quien se robo mi queso???
si no pues te lo recomiendo. saludos